Rebelot es un restaurante típico para extranjeros dado su situación en pleno barrio de la Barceloneta pero que nos sorprendió gratamente gracias a su comida y también después de saber que pertenece a la asociación eco-gastronómica Slow Food. Jordi Limón el cocinero se encarga de tratar directamente con los proveedores (pescadores, carniceros, agricultores) de toda Cataluña sin pasar por intermediarios. Esto hace que en la mesa nos presente propuestas en formato tapas km0 con un producto de cercanía, de primera calidad y ecológico a unos precios muy buenos.
Local pequeño para unas 20-25 personas que mezcla lo antiguo con lo moderno donde además si queréis alargar la sobremesa o la noche sirven cocteles muy originales.
Local pequeño para unas 20-25 personas que mezcla lo antiguo con lo moderno donde además si queréis alargar la sobremesa o la noche sirven cocteles muy originales.
En nuestra visita probamos los siguientes platos de la carta.
Muy recomendable, trato y servicio muy bueno. Que no os eche para atrás el ambiente guiri porque vale la pena probar sus tapas slowfood. Sin postre y con unas cevezas salimos a 17€ por persona tres comensales.
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