Cala Bona

Como cada verano toca entrada de chiringuito con vistas y que mejor manera que explicaros la visita a uno de mis rincones preferidos en la costa brava: Cala Bona.
Cala Bona posee uno de esos chiringuitos de toda la vida que están enclavados de tal forma que es dificil de explicarlo, hay que verlo. Situado cerca de Tossa De Mar en la carretera que va a Sant Feliu De Guixols se encuentra esta pequeña cala natural donde no hay arena. Solo la encontrarás si haces el camino de ronda o si eres curioso y paras donde encuentres muchos coches parados al lado de la carretera.

El chiringuito dispone de una carta corta basada en ensaladas, tapas. marisco, algún pescado o carne y sobre todo su paella. Su clientela basicamente es gente que va en barco o como yo que no les importa pegarse unos 20 min de curvas desde Tossa para comer con unas vistas excelentes.
Tiene forma de barco y dispone de pocas mesas, imprescindible reservar sobre todo en fin de semana y en agosto.
En mi visita comimos:
1-

Unos mejillones frescos de roca.

2-  Buenísima, no se si era que teniamos hambre o la verdad que estaba tremenda, pero no quedó nada.

La paella para dos.

Postres
3-

Bombón de chocolate.

4-

Tarta de queso.

Comida acompañada con una cervecita fresca y vino blanco de la casa bien fresquito, aceptable.

Como nos dijo la dueña al preguntarle, de momento no se ha muerto ningún cliente con el vino de la casa.
Sitio bastante recomendable, por su situación y la verdad que nos sorprendió mucho por su paella ya que a simple vista no parece que puedan hacer mucho en cocina. Salimos a 40E cada uno, aceptable, ni caro ni barato ya que estás en plena Costa Brava al lado del agua y en un enclave espectacular.
Valoración general- 

Cala Bona, Tossa De Mar.